HOY SERÉ FELIZ

La gente me dice que será feliz cuando sus hijos se casen, cuando tengan un hijo, cuando se jubilen, cuando encuentren el amor, cuando cambien de trabajo, cuando se compren casa, cuando los cerdos vuelen y cuando se ganen la lotería.

Por absurdo que suene, es la realidad para muchísimas personas. Viven esperando que llegue un momento perfecto, ideal, en el futuro, y allí serán por fin, felices.

Pasan los días, los meses, los años, las cosas que desean llegan para algunos, para otros no.

Lo que tienen todos en común es que no son felices, la felicidad es para ellos, como el agua que va goteando entre las manos, cuando por fin la tienen, se escapa, los elude.

Vivir persiguiendo la felicidad, o pensando que es algo externo a nosotros es la causa de la infelicidad. No logramos comprender que la felicidad, como todo lo que vale la pena en esta vida, es algo que debemos trabajar, por lo que debemos luchar cada día.

La felicidad es un resultado de nuestro mundo interior, no exterior.

Vale, vale, me dicen, pero ¿Cómo lo consigo?, si fuera fácil, todos seríamos felices todo el tiempo.

La respuesta es muy sencilla. Se consigue TRABAJANDO. Todos tenemos un caballo desbocado en nuestro interior, y debemos dominarlo. Una de las formas mas simples es cultivando la gratitud, dando las gracias por todo, incluso cuando tu realidad es la enfermedad, la pobreza, o la soledad. SIEMPRE HAY ALGO POR LO QUE DAR LAS GRACIAS.

Otra forma es cultivar el desapego. Debemos darnos cuenta de que nunca tendremos suficiente, siempre querremos más,

y más, y ese camino conduce al dolor y al vacío interior.

Así que te invito a probar, comienza a deshacerte de tu carga, comienza a dar las gracias por todo lo que tienes, en vez de seguir comprando, acumulando, comienza a regalar lo que ya no necesitas, y verás cómo poco a poco, vas logrando un estado de felicidad, libertad y paz.